Las razones de elegir que este espacio sea solo para aves consideradas de granja se podrían resumir en las siguientes:
- Dar prioridad a las especies más explotadas e invisibilizadas: las aves, después de los peces, son los animales con los números más altos en cuanto a su uso para el consumo humano en nuestro contexto actual. Además, la selección genética que han sufrido para maximizar su productividad tiene como resultado que todo individuo necesite cuidados y atención veterinaria continua para poder garantizar que tenga la mejor calidad de vida posible.
- Ofrecer un espacio adaptado a sus características: esto es muy relevante en el caso de las aves, cuyos cuerpos son más pequeños que los de otros animales considerados de granja. Las instalaciones deben adecuarse a estas necesidades.
- Cuidados especializados: es más factible aprender lo máximo posible sobre las necesidades de una sola especie (o varias con características similares), en especial a la hora de conocer e identificar la problemática y las secuelas específicas de su explotación, tanto físicas como psicológicas.
- Optimizar recursos: las aves tienen una base de alimentación similar y existen veterinarios especializados en ellas. Por tanto, centralizar los cuidados en especies similares entre sí no solo es una buena forma de ahorrar recursos, sino que permite enfocarse en progresar en los diagnósticos, pruebas y tratamientos cuyo ámbito de salud en el caso de animales considerados de granja tradicionalmente se limita a la explotación y la productividad.