Literalmente, pases a la hora que pases por su recinto, podrás oírles charlar y chapotear. Felipe y Pati son una pareja inseparable, divertida y sociable.
Como buenos patos que son, les encanta comer hierba, así que siempre se mantiene verde para ellos. Sin embargo (y como es natural), su mayor pasión es nadar, así que no esperes que el agua de sus múltiples piscinas se mantenga limpia: las prueban una a una nada más se terminan de llenar.